México mantiene el esquema que sumó un costo de 1.5 billones de pesos, durante las tres últimas administraciones, lo que a decir de los analistas representa un elevado cargo para el erario público, y aseguran que ese monto debería redireccionarse para impulsar las energías renovables
Mientras países como Colombia, Turquía, Brasil o Armenia han avanzado en disminuir o eliminar completamente el subsidio para los usuarios de energía eléctrica, México mantiene este esquema que sumó un costo de 1.5 billones de pesos durante las tres últimas administraciones, lo que a decir de los analistas representa un elevado cargo para el erario público, por lo que ese monto debería redireccionarse para impulsar el uso de energías renovables en los hogares y así depender menos de la generación tradicional de energía.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el subsidio a la electricidad sumó 409.6 mil millones de pesos, mientras que en el mandato de Felipe Calderón se observó el monto más alto de los tres sexenios con 682.5 mil millones, y en el sexenio de Vicente Fox, el costo del subsidio fue de 478.3 mil millones de pesos, de acuerdo con datos del Sistema de Información Energética (SIE) y de los informes anuales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El subsidio funciona como una transferencia de recursos que otorga el gobierno federal a la CFE para cubrir ciertos costos de generación de electricidad. Con ello se evita que se eleven de manera abrupta las tarifas para los cerca de 40 millones de usuarios domésticos y otros usuarios agrícolas.
El subsidio que se otorgó en promedio a cada usuario doméstico al cierre del sexenio pasado equivalió a 10 mil 241 pesos, mientras que al final de la administración de Calderón el apoyo ascendió a 21 mil pesos por usuario, y con Fox el monto promedio fue de 18 mil pesos por usuario.
Si bien en la pasada administración se observó un avance al reducir el subsidio en 40 por ciento respecto al monto registrado con Felipe Calderón, no fue posible resolver la situación por completo.
La reducción en el apoyo se debió al esquema de costos que se implementó luego de la Reforma Energética: “Como parte de los cambios, a partir de 2014 la Comisión Reguladora de Energía (CRE) incorporó una fórmula donde se evalúa con más precisión el costo de la generación de la CFE. Con Fox y Calderón el gobierno pagaba más subsidio porque no sabían con esa precisión cuánto costaba la generación de electricidad”, explicó Ramsés Pech, experto de Caraiva y Asociados.
De hecho, en 2015 el monto subsidiado bajó 30 por ciento y en 2016 se registró otra baja de 50 por ciento, respecto al año anterior en ambos casos, pero hacia finales del sexenio retomó un comportamiento al alza para observar 81.4 mil millones de pesos.
Otros países han iniciado programas para reducir o eliminar los subsidios, entre ellos Turquía, en donde se homologaron las tarifas eléctricas. Además, se liberó el mercado y permitió la aparición de 21 empresas privadas, las cuales operan con una tarifa nacional uniforme que elimina las diferencias entre las regiones, según un análisis de la Convergencia de la Política Energética y de Cambio Climático (Conecc).
Ello permitió la recuperación total de costos en todas las tarifas sin necesidad de subsidios. Como resultado de la privatización del servicio, en Turquía se establecieron mecanismos de depósitos de garantía que han mejorado el cobro de facturas de luz.
En Colombia también se llevó a cabo una reorganización de las tarifas, estableciendo un total de cinco categorías para las viviendas, cada una dividida en dos subcategorías: Consumo de Subsistencia y Consumo que Excede el de Subsistencia. Los subsidios se aplican sólo hasta el nivel de subsistencia para hogares elegibles.
En Armenia se crearon programas especiales para compensar a los consumidores menos favorecidos y se estableció un sistema de transferencias en efectivo, donde los apoyos soló son entregados si los beneficiarios muestran su recibo de pago de electricidad y si su consumo es menor a cierto umbral.
También se establecieron dos pequeños programas asistencialistas para familias que necesitan más ayuda para pagar las facturas, con base en un padrón en el que tienen que estar inscritos. Además se entregaron medidores eléctricos que permiten diferenciar las tarifas por hora.
En Brasil se permitió la participación de la industria privada en el mercado de electricidad y se promovieron medidas para incrementar su productividad, reduciendo los costos de producción y beneficiando a los consumidores, lo que redujo las necesidades del subsidio. Además, se creó un programa de financiamiento para proporcionar electricidad gratuita a comunidades rurales.
Pese a las experiencias internacionales, los expertos consideran que en México el apoyo se mantendrá en el actual sexenio a fin de que el gobierno cumpla con su promesa de que la luz no se incremente arriba de la inflación: “El subsidio ha rondado en promedio entre 80 y 100 mil millones de pesos por año, entonces al final del sexenio en este gobierno se estarían erogando alrededor de 500 mil millones”, dijo Víctor Ramírez, experto en energía eléctrica y ex presidente de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES).
“Aunque el subsidio es un gasto muy oneroso para el Estado, se creó una costumbre social de tener ese apoyo y quitarlo es muy difícil porque se generaría un descontento social muy fuerte”, dijo Daniel Chacón, experto del centro de estudios Plataforma México Clima y Energía. Para este año se tienen programados otros 52 mil millones de pesos para ese fin, según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.
“En la medida que logremos bajar costos de generación, el subsidio va a ir disminuyendo. Una opción es echar mano de las energías limpias y renovables porque una matriz eléctrica de generación debe estar diversificada, no podemos depender de una sola fuente de energía”, opinó Roger González Lau, presidente de la Comisión de Energía del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En este sentido, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha señalado que el subsidio se debe redireccionar para apoyar la instalación de paneles solares en las casas, con lo cual se incrementaría el consumo de electricidad con base en fuentes limpias y se reducirían los costos y los subsidios.
Datos de la Asociación Mexicana de la Asociación Mexicana de Energía Solar Fotovoltaica (Asolmex), señalan que el costo de un sistema de paneles en hogares puede ascender a 70 mil pesos, pero la inversión se puede recuperar en 4 años, ante la reducción de hasta 70 por ciento en el pago del recibo de luz.
Fuente: heraldodemexico.com.mx